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Historia de las apariciones
Virgen de la Medalla Milagrosa
Una noche, santa Catalina, iba a dormir a su celda. En la capilla ve que hay un niño que le decía ''Sor Labouré... Sor Labouré... ven a la capilla, aquí te espera la Santísima Virgen...'' Entonces, va a la capilla y ve al niño. No necesitaron velas ni luces, el niño alumbraba todo el lugar. Bajo el cuadro de San José, se quedan. Ahí el niño dice:
''He aquí a la Santísima Virgen'' y no ve nada. ''He aquí a la Santísima Virgen'', repite. Después, aparece la Virgen. Le dice: ''Debéis hacer acuñar una medalla, para que todos la lleven y de grandes gracias''... y le explica lo que pasará sin que esa medalla exista.
Segunda aparición
A todo esto, santa Catalina le habla a su confesor, P. Aladel, y le dice que debe hacerce la medalla. En la segunda aparición, la más popular porque el 27 de noviembre se celebra el día de La Milagrosa. La Virgen muestra como debe realizarla. Primero, aparece medio globo marrón claro. Después, sobre el medio globo, una serpiente verde. Posteriormente aparece la Virgen. Con un globo dorado, sobre él una cruz. Simboliza el poder de María sobre todos y abajo de Dios. Apareció como la Virgen María Reina de las Misiones, ver modelo de abajo.
Santa María Misionera,

ruega por nosotros
Después, el globo dorado desaparece y la Virgen extiende sus brazos en forma de dar, de los dos lados salen rayos... a su alrededor, hay una oración que dice: ''OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA RUEGA POR NOSOTROS, LOS QUE RECURRIMOS A VOS'' y le repite devuelta ''Haz acuñar mi medalla...''
Última aparición
La Virgen, en esta, no aparece. Sólo que cuando santa Catalina reza en el convento, la voz dulce de María le dice, como reiterando: ''Haz acuñar mi medalla..''
Confesión
La santa sigue diciendo que debe hacerce acuñar la medalla. Pero, se sabe, que sólo se lo decía a su confesor, el P. Aladel. Al final, la santa es enviada a ayudar en el hospital, donde las hermanas de la Caridad, vicentinas, cuidaban de los enfermos y hacían de enfermeras. Entonces, undía el p. Aladel opta, por una voz en su alma que le insistía a que lo hiciese, a pedir al ofebre que haga las medallas. Va al hospital, encuentra a sor Catalina y le muestra la medallita recién hecha. Así, a motivo de la cólera. La gente le rezaba a aquella Virgen y se sanaba. Así fue que la medalla, hoy día es llamada 'Medalla Milagrosa', porque obra milagros.
Esta Virgen se destacó por tener muchos fieles. Hoy día a Sus Santuarios con ese nombre acude gente para implorar sus favores.


Salve Reina,
Virgen de la Medalla Milagrosa,
acudimos a vuestra protección,
Virgen Bendita y gloriosa,
después de pedir, os consagramos a ti y
al Fruto Bendito de tu Vientre, el Salvador No desoigas nuestras oraciones,
¡Oh Virgen Gloriosa!;
pedimos vuestra protección y rogamos que
concedáis las gracias que te pedimos.
Por Jesús Nuestro Señor.
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